POR FIN… BIENVENIDOS A MOZAMBIQUE

Uno de los mayores problemas de las pequeñas ONGs, es la falta de recursos. Tenemos poco para hacer muchísimo… como es natural, intentamos conseguir que el máximo de los fondos recaudados tengan como destino, el bienestar de los niños.

En el caso concreto de Khanimambo, hemos hecho esfuerzos que ultrapasan la dedicación profesional para acabar dando de nosotros y nuestra vida personal mucho más de lo que hemos explicado públicamente ya que los que integramos este proyecto somos conscientes de las enormes necesidades que los niños tienen, y eso ha sido siempre nuestra prioridad.

Al tiempo que hemos ido haciendo un grande y bonito recorrido en la ayuda a nuestros niños y sus familias, hemos tocado todas las puertas y pedido favores a gente muy comprometida para que la Fundación avanzase y se consolidara como una organización seria y profesional. No ha sido fácil, pero en España hemos tenido mucha suerte, muchísima.

En Mozambique, lamentablemente, hablamos de otra historia. La lentitud y el poco interés en ayudarnos por parte de algunas instituciones han sido nuestra sombra en todo el proceso legal de constitución de la Fundación en este país. Quizás, empezamos de una manera peculiar a trabajar en el terreno. Los primeros a quienes preguntamos si podíamos ayudar fueron los propios niños y sus familias, después fue la comunidad y por último las autoridades. Es el proceso inverso a lo recomendado. Pero quisimos y necesitábamos estar seguros de que la ayuda ofrecida era acogida positivamente por los que al final son nuestros beneficiarios.

Esto nos ha costado 5 años de enormes desilusiones, de un sobreesfuerzo dramático para conseguir tener aprobado nuestro registro, bajo el nombre de Fundação Gracias, en el Ministerio y así ser reconocidos legalmente como una ONG extranjera apta para trabajar en este país. Por suerte, finalmente, sí que hemos encontrado una persona influyente dispuesta a torcer el brazo por nosotros. Desde aquí queremos agradecerle muchísimo su eficiencia y la capacidad de resolución.

Lo que en España es un simple trámite, aquí ha supuesto el sudor y, sin exagerar, las lágrimas de tres años en los que nos han mareado y nos han hecho sentir a veces, poco deseados en uno de los países más pobres del mundo. Por suerte, hemos tenido el apoyo de los trabajadores de Khanimambo que han sabido esperar a ser contratados legalmente, y han estado a nuestro lado apostando junto a nosotros, por el futuro de nuestra Fundación.

Hoy es un gran día para Khanimambo, nuestro compromiso se ve reforzado con el apoyo de Mozambique. Ahora con más seguridad que nunca, conseguiremos hacer de estos niños unos grandes hombres y mujeres.