Entrada escrita por Jacobo Parages, nadador de aguas abiertas. Ha cruzado a nado dos veces el Estrecho de Gibraltar y una vez el Canal de Menorca.
Nadar el Estrecho de Gibraltar es probablemente el reto mas bonito que puede hacer un nadador de aguas abiertas. Todo empezó de una forma espontanea, sin planear, uno de esos regalos que te presenta la vida para hacerte feliz.
Un día, sin previo aviso y tras el comentario de una persona muy querida me doy cuenta de que no hay reto destinado para nadie en particular, y de que todos somos capaces de alcanzar nuestras metas por duras que estas parezcan a priori. Ese día decidí que mi gran reto sería cubrir a nado la distancia que separa los continentes Africano y Europeo, dos países como Marruecos y España, dos culturas tan cercanas en distancia y tan distantes en tantas cosas: El Estrecho de Gibraltar.
Durante años, casi desde que tengo uso de razón, a menudo observaba el Estrecho y lo veía como algo mágico, misterioso y de ninguna manera pensaba que se pudiera cruzar a nado. Misterio de un mar que acoge una fauna impresionante, orcas, tiburones y cetáceos que surcan sus aguas detrás de los enormes atunes que cada año cruzan su inmensidad. Un mar transitado todos los años por mas de 80.000 petroleros, cargueros, barcos de recreo. Un mar que en demasiadas ocasiones se ha convertido en el triste final de tantos sueños, de tanta gente que se lanza a él en busca de una vida mejor.
Todo esto convierte a este gran reto en algo único, algo especial y algo que nunca pensé que podría cruzar. Pero la determinación, el esfuerzo y la pasión hacen que nada sea imposible y es así como meses después de tomar la decisión, meses después de largos y muy exigentes entrenamientos conseguí nadar casi 19 kilómetros y tocar el otro lado, Marruecos, África, y mirar al cielo con la alegría y el orgullo de haber cumplido un sueño y poder dedicárselo a todos los niños, mujeres y hombres que pierden sus vidas en busca de una vida mejor.
Durante la travesía es muy importante la ayuda del barco de apoyo que se asegura de los avituallamientos, de la seguridad, de marcar el rumbo, de evaluar la deriva, de analizar las corrientes. Horas de nado en un agua oscura debido a la enorme profundidad que se traga los tímidos rayos de luz, horas de nado en las que te sientes en perfecta armonía con la naturaleza, en las que encuentras un perfecto equilibrio entre tu mente y tu espíritu, en las que piensas en muchas cosas pero profundizas solo en las más importantes. Horas de nado que hacen que brazada a brazada te acerques a tu destino y que brazada a brazada consigas llegar al final de tu gran sueño.
Búscate un sueño, lucha por el y cuando lo alcances tocarás el cielo. No hay reto imposible, no hay objetivo inaccesible, no hay sueño inalcanzable. Somos capaces de mucho mas de lo que creemos y no hay una forma mas bonita de alcanzar tus sueños que compartiéndolos con personas a las que puedes ayudar.
¡Ánimo Cristina! El Estrecho te espera con sus brazos abiertos. Vas a cumplir un sueño, un sueño compartido y cuando lo alcances al llegar a tierra Marroquí, tocaras el cielo.
+ información en jacoboparages.com
Cristina Osorio intentará la próxima semana convertirse en la primera persona con Esclerosis Múltiple que logre realizar el mismo reto que Jacobo Parages, cruzar el Estrecho de Gibraltar a nado por una buena causa, conseguir fondos para los proyectos de la Fundación Khanimambo.
