Texto y fotos por Valentina Decan

Durante las vacaciones de verano, Khanimambo sigue ocupándose de las familias de niñas y niños con mayores dificultades. Por eso hemos comenzado el año 2019 en el Centro Munti entregando a las abuelas Rosalina, Ester, Celeste, Vitória, Deolinda, Meletita, Laura e Isaura un saco de 15 kilos de arroz, 2 kilos de frijoles, 2 kilos de cacahuetes, 1 litro de aceite, 1 kilo de azúcar y 5 barras de jabón.

 Estas abuelas son unas súper mujeres que se encargan de criar a sus nietos con mucho amor y cariño. Debido a su edad, tienen dificultades para trabajar y la mayoría vive de los cultivos de su propia “machamba” o huerto. Con este apoyo se les garantiza a sus nietos una nutrición rica y variada para que vuelvan con toda la energía para continuar con sus estudios en el nuevo curso escolar.

 Además, las familias de los niños que padecen VIH han recibido también el mismo saco de productos, un paquete de galletas y 2L de zumo para poder continuar con su tratamiento de TARV con total normalidad.

 También ha recibido esta ayuda nuestra querida Carmelita, la mamá de las gemelas prematuras a las que estamos acompañando en su nutrición y que cada vez están más fuertes y sanas.

 

 Reparto, baile y sonrisas

Desde Khanimambo procuramos asegurarnos del bienestar de todos, aunque el Centro esté cerrado por las vacaciones de la época estival. Han sido Tía Guida y Tía Fátima las encargadas de este riguroso reparto. Ambas han interrumpido su descanso para poder abastecer a estas familias y juntos han celebrado este momento tan importante bailando y cantando al más puro estilo mozambiqueño.

 El agradecimiento es primordial dentro de la familia de Khanimambo y nuestras abuelas lo saben, por ello expresan su gratitud y cariño de la forma que más les gusta: llevan el ritmo y la alegría en la sangre, y con sus cánticos nos llenan de energía para seguir trabajando por su calidad de vida. Ha sido una mañana muy bonita de reencuentros, felicidad y mucho agradecimiento.

 La cooperación continuada que realizamos en Fundación Khanimambo consiste en estar siempre presente en sus vidas, con medidas tan importantes como ésta. Recibir un saco de alimentos mientras el Centro Munti está cerrado marca una enorme diferencia en estas familias y les facilita la vida enormemente. Pese a las dificultades, trabajamos juntos para mantener un equilibrio nutricional, saludable y educativo en nuestros niños y niñas durante todo el año. Y esto se nota a largo plazo, porque partimos de una base sólida sobre la que construimos día a día con ellos un mejor futuro.

 

 Vovô Rosalina

 Particularmente el caso de la abuela Rosalina nos llena de amor, porque está muy ligada y entregada a la fundación, ya que además de ser la encargada de criar, querer y cuidar a nuestra Martinha Lidia, también ejerce como activista en la zona de Praia.

 De carácter agradable, siempre risueña pero muy responsable y trabajadora, la “Vovô Rosalina” nos agradecía hoy con mucho amor todo lo que Khanimambo hace por los suyos. Asegura que para ella ha habido un antes y un después en su vida. Se siente realizada, útil y muy feliz de formar parte de esta gran familia. Se esfuerza mucho cada día por conseguir lo mejor para su nieta y además ayudar al resto de la comunidad.

 Comenzamos el año con muy buenas vibraciones y esperamos que sea tan bueno o mejor que el 2018. Os deseamos a todos un 2019 estupendo, lleno de proyectos, creatividad, cariño y alegría, como vivimos cada día en el Centro Munti.