Thinkernauta: dícese de aquel individuo al que le pirra la «crea-actividad» y la «innova-acción», que utiliza frecuentemente conceptos como design thinking y lean start-up, y que tiene como objetivo cambiar la realidad mediante la correcta materialización de sus ideas.

Sí, toda una tropa de inconformistas apasionados, coordinados por la plataforma que lleva el mismo nombre, Thinkernautas, y que ha celebrado los días 23 y 24 de octubre en la Universidad Complutense de Madrid su cónclave, el ThinkerFEST. Khanimambo ha tenido la fortuna de asistir como organización invitada y aquí os dejamos un resumen de todo lo que se cocinó en esta edición.

Tres equipos, un reto y… ¡eureka!

Empecemos por describir un poco la misión de los Thinkernautas. Su slogan es “creatividad e innovación para cambiar el mundo”. Una plataforma que enseña a empresas, asociaciones, emprendedores o colegios técnicas y dinámicas que les ayudan a ser “más creativos, a pensar, mirar y ver diferente, más amplio”. Eso sí, sin olvidarse de que estos procesos tienen que cobrar vida, han de tener un enfoque práctico.

Todo cristaliza en esas dos jornadas que acogen a 140 alumnos de distintas facultades distribuidos en 15 equipos y con grandes retos que resolver. Como invitadas, cinco ONGs, encargadas precisamente de proponerles esos desafíos a cada uno de los 3 grupos que la plataforma Thinkernautas les asignan. A la Fundación Khanimambo le ha tocado compartir esta maravillosa experiencia con el ACNUR, la Fundación Mapfre, la Asociación Párkinson Madrid y la Asociación Española Contra el Cáncer.

¿El reto que les formulamos a nuestros tres equipos Delphinus, Draco e Hidra?:

 “¿Cómo podrían los estudiantes de Madrid ayudar a los de Mozambique a llegar a la universidad para romper el ciclo de la pobreza?”

Conecta, comparte y dale mambo

Así, hemos podido ver cómo los facilitadores de Thinkernautas iban guiando a los jóvenes por todo el proceso creativo que les permitiría dar con las tres soluciones que finalmente nos han propuesto.

Primero escucharon los testimonios de tres de nuestros jóvenes de Khanimambo (Gil, Blauntina y Salviano) que explicaron en unos vídeos el papel que juega la universidad en sus vidas. Sus historias, junto a la de Ernesto, que acudió a la cita al estar estudiando en Toledo, les sirvieron para tomar conciencia de la importancia del reto.

Después tocó ponerse manos a la obra: Irene Márquez, la facilitadora de estos tres equipos, les asesoraba en el proceso creativo. Empatía, pensamiento divergente vs. pensamiento convergente, soluciones accesibles y un largo etcétera que servían a los alumnos para no irse por las ramas y concretar las propuestas.

¿Resultado? Mucha creatividad y tres campañas para intentar solventar la problemática: Rumbo Khanimabo, Aventureiros y Conectambo (esta última con un eslogan genial: “Compra, comparte y… ¡dale mambo!”).

Ha sido un lujo poder participar en una iniciativa como el ThinkerFEST. Nos identificamos con la dinámica educativa, con las energías, ilusión y cariño que han puesto tanto organizadores como participantes. Seguiremos muy de cerca su evolución… ¡nuestros mejores deseos para las próximas ediciones!.