El Centro Munti por fin vuelve a ser el que era. Tras estos meses tan raros, hemos vuelto a abrir el portón verde. Volvemos a trabajar con el sonido de fondo de las risas, canciones y carreras de los 367 niños y niñas de Khanimambo. Y estamos inmensamente felices.

El equipo al completo, más reforzado que nunca, trabaja incansable para recuperar el tiempo perdido. Porque han sido meses difíciles para todos.

El estado de confinamiento y el parón de los Centros Escolares de todo el país hace mella en los más pequeños. Tienen ganas de volver al cole, de estudiar, de aprender cosas nuevas. Al menos nosotros ya estamos de vuelta para seguir ofreciéndoles apoyo en los tres programas, como hemos hecho también durante el confinamiento, pero de manera individual.

Las escuelas siguen cerradas, ha sido un curso escolar totalmente perdido. Ahora mismo solamente acuden a clase los alumnos de últimos años de instituto (10ª y 12ª curso) y carrera. De cara a esta semana, se reanudan las clases para el resto de universitarios, incluidos nuestros Xipfundos, en una desescalada progresiva que plantea el Gobierno de Mozambique, con la máxima precaución posible.

El Centro Munti ya recibe cada día a todos los ahijados y ahijadas. Hemos reducido los grupos de actividades al mínimo posible para que no se formen aglomeraciones. El uso de la mascarilla es obligatorio, las desinfecciones constantes y tratamos de respetar la distancia de seguridad.

A pesar de todas estas nuevas medidas, tenemos que decir que se respira un ambiente de bastante normalidad. ¡Lo necesitábamos!

Pero todavía hay una cosa que echamos muchísimo de menos, el Programa de Voluntariado.

Como sabéis, recibimos a muchas personas al año, que de manera voluntaria deciden regalarnos parte de su tiempo y conocimientos. Los vuxakas se involucran en nuestras actividades durante 30 días y se acaban convirtiendo en amigos que son familia.

Forman parte de las vidas de las personas del equipo, nos apoyan, nos ayudan en cualquier actividad y enriquecen nuestro sistema de trabajo. Forman a nuestros trabajadores y reparten cariño para todos los niños y niñas, que los reciben siempre con una gran sonrisa. 

Este año 2020 no hemos podido llevar a cabo el programa que teníamos preparado, con profesionales de todo tipo dispuestos a formar parte de lo que somos. Y es una pena, porque sabemos que teníais mucha ilusión por venir y aportar lo máximo.

Nuestra idea es volver a retomarlo en cuanto la situación lo permita, porque creemos que los voluntarios siempre suman, se convierten en embajadores de Khanimambo allá donde van y nos llevan en sus maletas para siempre. Parte de ellos se queda en el corazón del Centro Munti y ese vínculo es tan valioso, que no queremos perderlo. No queremos que esta familia deje de crecer.

Las últimas noticias que nos llegan no son demasiado optimistas. Creemos que, siendo realistas, en el primer semestre del próximo año será complicado recibir voluntarios. Evidentemente, haremos todo lo que esté en nuestras manos para continuar con nuestro programa, pero no depende de nosotros. Dependemos de las restricciones en movilidad, de la apertura de fronteras y por supuesto, de las recomendaciones sanitarias.

Queremos deciros, queridos voluntarios y voluntarias, queridos vuxakas, que os esperamos con muchas ganas!! ¡Ojalá podamos volver a estar juntos pronto!

Mientras tanto, recordad que estamos abiertos a recibir cualquier idea o iniciativa a distancia y cualquier colaboración voluntaria que no requiera vuestra presencia aquí.

¡Hay muchas otras cosas que se pueden hacer!