La Fábrica de Valores de Toledo es mucho más que un equipo de baloncesto, es un lugar donde los niños y niñas aprenden a ser y a estar en la vida, igual que en nuestro Centro Munti.
Ellos entrenan varias veces a la semana en un local histórico reformado donde antiguamente se fabricaban armas. Hoy acoge estudiantes y deportistas que reciben lecciones para la vida. Han transformado una factoría de armas en una fábrica de valores. ¿No es maravilloso?
Nosotros atendemos en nuestro Centro Munti cada día a 360 niñas y niños con pocas oportunidades para intentar dar la vuelta a su situación y que crezcan libres, felices y con acceso al conocimiento. Además, somos expertos en optimismo y exportamos felicidad.
Ambas fábricas elaboran “productos” indispensables para el desarrollo vital de los más jóvenes y por eso tenemos tantas cosas en común.
Conocimos el trabajo de la Fábrica de Valores a través de nuestra amiga Begoña, que vivió dos años en Xai-Xai, es parte de la familia de Khanimambo y conoce muy bien el trabajo de la fundación. El pasado diciembre, Mauro de La Fábrica de Valores se encargó de organizar el evento Una canasta, una sonrisa que tuvo gran acogida entre las familias y amigos de los jugadores recaudando dinero para la reforma de nuestra cancha.
Gracias al apoyo de la Fundación Entrecanales, a la familia de Roque y a la Fábrica de Valores, este sábado 27 de abril, el Campo Roque Bergareche, nuestra cancha, fue inaugurado con una increíble ceremonia ante toda la comunidad, al más puro estilo Khanimambo.
Quisimos compartir alegría por estrenar campo con ellos a través de una conexión por Skype y les explicamos que en el área de Xai-Xai sólo existen dos canchas como la nuestra que comparten los miles de niños y adolescentes que viven cerca.
Para los jóvenes de La Fábrica de Valores es asombroso pensar que en Mozambique haya falta de instalaciones deportivas. Por lo que reaccionaron muy sorprendidos al darse cuenta de los privilegios que tienen por haber nacido en Toledo.
A través del deporte y mucha fiesta, desde el Centro Munti agradecimos a cada uno de estos niños y niñas su implicación con Khanimambo y también pudimos saludar a Begoña y familia. Mauro, en nombre de todo el equipo, nos prometió continuar organizando acciones de colaboración ¡Qué alegría!
Para finalizar el acto, el equipo de la fábrica de valores se hizo esta foto y algunos de los integrantes fantasearon con viajar a Mozambique para jugar un partido con los niños y niñas de Khanimambo.
¿Os imagináis? ¡Nos encantaría!