Nunca una “vuelta al cole” ha sido tan esperada como la del curso 2020-2021. Los estudiantes de toda España se reincorporan a sus rutinas poco a poco, con gran ilusión, pero también con mucha incertidumbre y prudencia ante esta nueva realidad a la que nos enfrentamos.
Ernesto y Salviano, que disfrutan de una beca de estudios Xipfundo en Toledo y A Coruña respectivamente, ya están inmersos en su vuelta a las aulas.
Ernesto comenzó hace unos días el segundo curso del Grado Superior en Sistemas Eléctricos y Automatismos Industriales en la ciudad de Toledo. Este año se ha encontrado con una novedad, sus clases serán semipresenciales, acudirá una semana a las aulas y en la siguiente realizará sesiones online, así durante todo el curso. Se trata de un nuevo modelo pensado como medida de seguridad sanitaria. Él se siente muy animado ante este nuevo curso y con muchas ganas de volver a la rutina de estudios para completar su cuarto año de formación, después de haberse graduado del Ciclo Medio.
Salviano, por su parte, se reincorpora a la escuela de manera presencial en el segundo curso del Grado de Administración de Sistemas Informáticos en Red, después de tantos meses fuera de las aulas. Sus expectativas ante el nuevo curso son muy altas. Quiere mantener su buen promedio de notas para intentar acceder a la Universidad después de graduarse y está ilusionado con hacer sus prácticas en alguna empresa interesante.
La gran preocupación de ambos es que estas prácticas no se puedan realizar de manera presencial. Esto creen que supone un contratiempo, porque los dos consideran que la parte práctica es importantísima para completar su formación, ofreciendo una dimensión profesional a su beca de estudios, además de contactos y aprendizaje. Salviano y Ernesto son jóvenes con una enorme capacidad de trabajo, con energía y muchas expectativas de futuro. La beca Xipfundo es una herramienta que les ofrece multitud de posibilidades diferentes a través de una formación superior, para convertirse en profesionales independientes y libres. ¡Qué maravilla! ¿No?