Como todos los años, uno de los días más bonitos y más difíciles en Khanimambo es el día en que abrimos inscripciones para el siguiente curso. Bonito dia porque cobra dimensión el trabajo que hacemos y nos motiva que tanta gente quiera que sus hijos, sobrinos y nietos estén en Khanimambo. Difícil porque no tenemos capacidad para acoger en nuestro Centro Munti a tantos niñas y niños como inscripciones recibimos y nos gustaría poder atender.

A las 3 de la madrugada ya había gente haciendo cola en la puerta del Centro Munti. Este año hemos recibido un total de 204 inscripciones de las que solo podremos satisfacer entre 30 y 40; y claro, esta siempre resulta una de las partes más complicadas de nuestro trabajo. Ahora toca ir casa por casa, familia por familia para ver con nuestros propios ojos, para conocer las historias de quienes más necesitan el apoyo de la Fundación Khanimambo y de quienes son mejor sabrán aprovechar la oportunidad.

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Después de 10 años, el método de selección está ya bastante depurado, pero nunca deja de ser triste y dificil el momento en que seleccionas a alguien y en que esta decisión implica descartar a otros. Porque en el fondo sabemos que la gran mayoría de los que vienen a inscribir es porque realmente lo necesitan, igual que sabemos que quien más probabilidades tiene de aprovechar la oportunidad es precisamente quien la tiene, porque a quien no le llega, tampoco tiene opción de demostralo.

Es por eso que insistimos a las familias que no desistan de venir y tenemos que decir que uno de los puntos -entre muchos- que prima en esta selección es el compromiso demostrado que una familia adquiere con Khanimambo y que, por ejemplo, durante el año anterior tenga asistido a nuestras reuniones, a las charlas de sensibilización en el Centro de Salud, y en general que tenga ya una relación y una actitud proactiva con Khanimambo. También tienen prioridad aqullos niños que ya llevan con nosotros un tiempo de externos (sin apadrinamiento) y que su familia demuestra que acompaña la educación y los valores que proponemos desde nuestro programa de educación no formal.

La necesidad por pobreza, salud y nutrición son factores muy importantes y que lógicamente tenemos muy en cuenta pero, salvo algunas excepciones de necesidad extrema, no suelen ser determinantes en Khanimambo ya que damos mucho valor a las expectativas de que la ayuda sea bien aprovechada.

A partir de ahí es nuetra responsabilidad que estas expectativas se cumplan.

Del día de hoy nos quedamos con las caras de esperanza, de ilusión y también de nerviosismo por parte de las familias que han acudido y con el magnífico trabajo y la profesionalidad de nuestro equipo local que han atendido, caso por caso a todos los que han concurrido.

Suerte y Khanimambo!