El 28 de diciembre tuvimos un encuentro de estos que tanto nos gustan en Khanimambo. Aprovechando que me encontraba en Barcelona, nuestra amiga, madrina y colaboradora Maria Millet, junto a sus queridos José Luís Sánchez y Menno Marien, ofrecieron un concierto de jazz y bossa-nova para los amigos, seguidores y seguidoras de Khanimambo en
Hola, soy un sobre blanco de un tamaño digamos que mediano. Verás que me han colocado una mediocre etiqueta de dirección postal que no refleja el sudor de las manos que la pegaron, ni los nervios con la que dicha etiqueta se relacionaba con una base de datos para que tu dirección estuviera encuadrada
Ya no es un sueño. Ahora es una meta. Empezamos el año con un post que decía que algo estaba cambiando en Khanimambo. Y con esa sensación hemos ido atravesando 2018, mes a mes, el año en que Khanimambo más se ha consolidado. Hace unas semanas, nos sentábamos alrededor de la mesa todos los
Llegó para volver a llenarnos de ilusión por cambiar -a mejor- drásticamente la vida de alguien. La necesitábamos, nos necesitaba. Samira ya es Khanimambo. Nostro, su padre, ha cargado con ella en su espalda con la capulana (tela africana de varios usos) desde que nació. Siempre que nos encontrábamos me decía que necesitaba un
Acabamos de abrir la caja de pandora en Khanimambo. Una caja que, al llegar hace 11 años, encontramos totalmente cerrada, sellada y que ahora vemos como los niños, los peques, los jóvenes… ¡da igual! vemos como todos juntos han decidido dar el golpe definitivo para abrirla. ¿De qué caja hablo exactamente? Os estaréis preguntando.
Escribo estas palabras en silencio, algo que es considerado un tesoro en Khanimambo. Ya es de noche y hoy se acaba la semana y prácticamente el mes. Hemos llegado a la mitad del año 2018 con poco silencio. Pero esa no es la razón del título de este post, la falta de silencio. En el
Entender + Estimular + Exigencia + Emocionar = ¡Educar! Hoy nos hemos vuelto a sentar, todo el equipo, para analizar el trabajo y, principalmente, analizar el estado y progreso de cada niño y niña de Khanimambo durante los primeros meses del año 2018. Estas reuniones de evaluación y planificación son muy necesarias y también motivadoras,
A las tres de la mañana de cualquier día de la semana, ilumina el camino que lleva a Khanimambo la ligera luz de linterna del móvil de Lucia. Con ella caminan sus tres hijos más pequeños, cada uno envuelto en una capulana: Irene de cinco años, Orlando de ocho y Francisco de diez. Se abren
“Tienes dos problemas: uno es que eres una mujer y otro que eres blanca” Han sido varias las veces que me han dicho esto. Y más las que he sentido el enorme reto que supone hacer lo que hago en Mozambique, por el tipo de trabajo y además por ser mujer y blanca. Pero no
¿Qué está pasando en Khanimambo? Me pregunto al llegar cada mañana y encontrarme con los niños en fila cantando una canción, con las manos recién lavadas y sus caritas sonriendo mientras todo el equipo les pregunta con complicidad a cada uno por algo personal. En fila para entrar a desayunar ¿Qué está pasando