Samira
Llegó para volver a llenarnos de ilusión por cambiar -a mejor- drásticamente la vida de alguien. La necesitábamos, nos necesitaba. Samira ya es Khanimambo. Nostro, su padre, ha cargado con ella en su espalda con la capulana (tela africana de varios usos) desde que nació. Siempre que nos encontrábamos me decía que necesitaba un