Se acaba el curso y como cada año toca hacer balance con los encargados de educación de los ahijados y ahijadas de Khanimambo. Así que hoy hemos tenido reunión para compartir cómo Khanimambo genera un impacto positivo en las familias y en el desarrollo de los ahijados a través de los datos que hemos podido recopilar a lo largo del año.

Nos gustaría haber tenido las notas finales de todas las escuelas pero en Mozambique estas no llegan a veces hasta mediados de enero, así que es pronto para poder cerrar conclusiones en educación, aunque todo indica a que será un buen año en resultados académicos también. Podemos adelantar que hemos mejorado mucho en asistencia, motivación y frecuencias.

En salud y en nutrición avanzamos y mucho. La mayoría de niñas y niños que entraron a principio de año en el programa de bajo peso (con desnutrición crónica) han evolucionado muy positivamente gracias al complemento calórico que les hemos ofrecido. Y vemos también que la incidencia en malaria es mucho menor a la de años anteriores, producto de un buen trabajo en sensibilización y en prevención por parte de las familias que, cada vez más, usan las mosquiteras que facilitamos.

Los tratamientos con antiretrovirales de las personas con VIH están al día. El seguimiento exhaustivo y los controles en el hospital son fundamentales para contener el avance del virus cuando se aloja en el cuerpo humano. Y en general, estamos consiguiendo contenerlo y estabilizarlo en las familias de Khanimambo. Eso significa que pueden hacer una vida casi normal y es maravilloso.

A nivel de participación de la comunidad y familias, el dato positivo, como indicábamos ya en mayo y en junio, es el incremento de la participación paternal, cosa que hasta este año nos preocupaba y no terminábamos de dar con la tecla correcta. Ahora sí, parece que los padres (varones) empiezan a entender la importancia y el potencial enorme que tienen sobre la educación de sus hijos, tanto en casa, en los estudios como en Khanimambo con el cambio que proponemos en sus vidas.

Gran parte de la asamblea la dedicamos, como siempre, a escuchar y atender peticiones. Estas se concretizaron en la preocupación por parte de padres y madres de que sus hijos que pasan 10º curso, hagan una buena elección de materias pues en este curso ya hay que decidir entre ciencias o letras. A nivel de organización nos ha sorprendido muy positivamente que esto sea una preocupación porque hasta hoy nunca lo había sido y eso significa que se están tomando muy en serio la educación de hijos e hijas y creemos que ya empiezan a visualizar hasta donde pueden llegar. Parece algo obvio pero ha costado mucho llegar hasta aquí. Khanimambo ya no se basa en promesas sino en ejemplos tangibles de alumnos y ex-alumnos que logran sus objetivos y esto, es gracias a una permanencia y una educación formal y no formal continuada.

Con la nutrición y la salud garantizadas, a través de los programas de apadrinamiento y las acciones puntuales que nos permiten soportarlas, es mucho más fácil visualizar logros en la educación porque estas dos necesidades básicas dejan de ser el rompecabezas diario de las familias que viven en exclusión social y con muy pocos medios de subsistencia. Por eso es tan importante el triple apadrinamiento (salud, nutrición y educación) que promovemos en Khanimambo. Sus frutos, los que llegan a largo plazo después de regar y regar, los empezamos a recoger ahora y los ofrecemos a toda la comunidad que, ahora sí, ya puede escogerlos, saborearlos y desear unos igual de maduros y jugosos para sus hijas e hijos. ¡La motivación va en aumento y eso siempre es bueno!

¿Cuáles son los planes que tenéis para mi hijo?

Nos preguntaron mucho por Ernesto Damião, ahijado que sigue estudiando en Toledo. Están muy interesados en saber como le va y la verdad es que estamos muy contentos con su evolución. No solamente en los estudios, sino en todo lo que se puede aprender en una experiencia como la suya, y creemos que él también lo está viviendo muy positivamente y así se lo comunicamos a todos los que se interesaron.

Una pregunta con la que también nos sorprendieron fue «¿Cuáles son los planes que tenéis para mi hijo?» Nos sorprendió porque no es que tengamos unos planes para cada ahijad@ e intentamos explicar que las expectativas y los objetivos a largo plazo, es algo en lo que trabajar conjuntamente, nunca pueden ser un decreto de Khanimambo!

Principalmente lo trabajamos atendiendo a la voluntad, a los sueños, al compromiso y a los resultados de cada ahijado y ahijada a lo largo de su formación y crecimiento en Khanimambo, de su trayectoria, pero también en consonancia con las mejores opciones de cada uno y siempre con el acompañamiento y visto bueno de la familia a la que nunca podemos ni pretendemos suplir como organización.

Estamos muy contentos con esta participación tan activa y con estas cuestiones planteadas con tanto acierto. Esto hace que terminemos el año con mucha fuerza para encarar el siguiente!!!