[:es]Post escrito e ilustrado por Mariola Valls

Un tema que me toca de manera personal por mi condición de mujer, es todo lo relacionado con ellas aquí. En las reuniones de Levánta-te Mulher que se realizan cada dos semanas me convierto en observadora y me acerco a la realidad que ellas viven. En estas, las mujeres tienen su espacio para debatir y hablar en libertad, incidiendo mucho en la igualdad y el respeto entre sexos.

Lo cultural y social hace que la desigualdad de género esté arraigada (y bien arraigada) y que suponga un inmovilismo para el desarrollo de las mujeres y de su futuro. Poco a poco van viendo otras formas de vida. Su autonomía (lejos de un hombre posesivo) pasa a tener una importancia creciente, y su formación y el desarrollo de sus capacidades entra dentro de sus prioridades para poder tener un presente mejor.

Una de las principales causas que alejan a las mujeres por ejemplo de las aulas, es el acceso a la educación, que es sobre todo económicamente inviable para muchas familias. Otra, sería el embarazo prematuro de muchas adolescentes, que directamente salen del sistema educativo como niñas, para poder mantener a sus bebés convertidas a la fuerza en mujeres y madres. Una de las propuestas de la fundación es priorizar la entrada de niñas como ahijadas para poder garantizar que el futuro aquí sea diferente y poco a poco cambiar las estructuras sociales. En 5 ó 6 años habrán muchas más niñas que hayan accedido a estudiar, y pueden incluso llegar a niveles universitarios si se lo proponen.

Pero, ¿Cómo intervenir en una realidad tan diferente? Se me plantean infinitas dudas acerca de las diferencias culturales, de valores y educacionales, ya que enfrentarse a principios, ideas y comportamientos me da mucho respeto. Esto me pasa con las mujeres de Khanimambo. Sobre todo cuándo ellas son las que se tienen que apropiar de sus decisiones, de ese cambio que tanto necesitan y ansían. Siempre pienso que mi paso por aquí tiene que ser lo más silencioso posible. Soy tremendamente consciente del impacto que ejerce sobre las vidas de las personas con las que estoy conviviendo la presencia de esta mujer blanca, rara, algo callada, aunque excéntrica con su montón de piercings.

Entonces cuando me pongo a reflexionar sobre la situación de las mujeres aquí pienso en mi propia naturaleza de mujer. Liberada en casi todos los sentidos, y digo ‘casi’ porque seguimos teniendo bloqueos por la educación y la sociedad aun con tintes patriarcales en la que vivimos. Con la independencia de la que me considero poseedora para tomar aquellas decisiones que me atañen. Formada, y sobre todo educada en la libertad de poder decidir qué vida llevar. Gracias sobre todo a una madre trabajadora y luchadora que me enseñó con el ejemplo lo que supone ser un ser humano libre, más allá de ser mujer. Con la suerte de contar con unas amigas que responden al prototipo de mujeres abanderadas de autonomía e independencia. Tener amigos que, rodeados de tantos ovarios poderosos, nunca ha existido diferencia entre unos y unas. Y sobre todo contar con un compañero que así mismo comparte mi vida, mis decisiones y me respeta casi más de lo que yo misma me respeto. Es entonces difícil explicar algo con lo que tú has crecido, lo has ‘mamado’ desde bebé y no entiendes otra realidad distinta a esta.

Por eso enfrentarte a esta tan diferente, en la que la violencia de género está completamente dentro de la vida de las mujeres me cuesta. La falta de respeto, la invisibilización de la mujer en su esfera más cotidiana,  su día a día, es algo que me impacta en gran manera. Tener que trabajar de sol a sol para poder mantener a tu familia, y además tener que responder ante un marido que no te valora de ninguna forma, parece sacado de un libro de historia viejo y desactualizado.

Blog - Fundación KhanimamboPero en las reuniones en las que he participado, también he asistido al clásico concepto de ‘empoderamiento’ en toda la magnitud del significado de la palabra. Mujeres que tienen el poder del cambio en sus manos, pero que más importante aún, están aprendiendo a ser conscientes de ello y llevarlo a cabo. El proceso es lento, y más cuando te enfrentas a una sociedad estancada en un machismo institucionalizado en TODO lo que la envuelve. Mujeres que cargan con el peso de sus familias, y literalmente porque lo cargan a sus espaldas cuando ‘nenecan’ a sus bebes (los transportan y arrullan), y llevan el agua y la leña en sus cabezas para abastecer sus hogares.

Por ello es tan importante que se trabaje con las mujeres de la comunidad a través de estas reuniones. Porque además son ellas las que como cabeza de familia se encargan también de la educación de sus hijos. Esos hijos que pertenecen a una generación diferente y que están creciendo hoy. Ellos tienen la oportunidad de crecer en una sociedad en la que la igualdad se dibuje poco a poco, y se convierta en una realidad. Una, en la que las mujeres sean conscientes de que su naturaleza humana les da las mismas oportunidades que sus compañeros.

Parece un trabajo a un plazo larguísimo. Pero cada cambio de comportamiento en casa, cada conversación para lograr ese entendimiento con los hombres, es un paso hacia delante. La conciencia de compartir juntos la vida supone además de compartir techo y compartir gastos, compartir la crianza de hijos, vivir en un ambiente de respeto, igualdad, sin discriminación y sobre todo ‘en paz’, como ellas mismas hicieron referencia en la última reunión. Espero que esta ‘paz’, que nosotros llamamos libertad, sea pronto la norma y recuerden esa sumisión y esa discriminación cómo algo de un pasado que no volverá a repetirse.

[:en]Written and illustrated by Mariola Valls

A subject that personally affects me due to my female condition, is everything related to them here. In the Levánta-te Mulher meetings that take place every two weeks I turn into an observer who gets close to the reality they live. In the meetings, women have their own space to debate and talk freely, highlighting equality and respect for both sexes.

Gender inequality is rooted (deeply rooted) because of cultural and social factors, which causes women´s development and future to slacken off. Step by step these women start to consider new ways of life. Their autonomy (far from a possessive man) acquires growing relevance, and their academic training and development of their abilities are among their priorities in order to have a better present.

One of the main causes which keep women away from school, for instance, is the access to education, as it is mostly economically unviable for many families. Another cause would be the early pregnancy of many teenagers who are directly out of the educative system as young girls. By force, they become mothers and women who have to take care of their babies. One of the foundation proposals is to prioritize the entrance of young girls as protégées in order to guarantee that their future here is different and gradually change the social structures. In 5 or 6 years there will be more young girls who have accessed to education and can even reach university levels if they decide to.

However, how could we take part in such a different reality? I have plenty of doubts about the cultural, educational and value differences, since facing their principles, ideas and behaviors is worthy of my respect. This happens to me with women from Khanimambo. Mostly when they are the ones who should be the owners of their decisions, of that change they need and are longing for. I always think my being here must be as silent as possible. I am highly aware of the impact the presence of this weird, somewhat quiet, although quirky with all her piercings, white woman has on the lives of the people living with me.

Then, when I start thinking about the women´s situation here, I consider my own womanhood. I am freed in almost all senses. I say ‘almost’ because we still have barriers regarding the patriarchal hints of the education and society where we live. I consider I am independent enough to take my own decisions. I am trained, and mostly educated to be free to choose the life I want to carry. Above all, thanks to a hard-working and tenacious mother who taught me bearing in mind what means to be a free human being, besides being a woman. I am lucky because I have the kind of girl friends who are the prototype of independent and autonomous leading women. On the other hand, I have the boy friends who, being surrounded by powerful women, have never felt the difference between sexes. And, the most important thing is that I have a partner with whom I also share my life, my decisions and respects me even more than I do to myself. It is, therefore, difficult to explain something with which you have been growing up, since you were a baby, and you can´t understand a different reality.

That´s why facing this different lifestyle, where domestic violence is part of these women´s life, is hard to me. The lack of respect, the invisibility of women in their daily spheres, is something that affects me to a large extent. Working from dawn to dusk in order to feed your family, and, in addition responding to a husband who does not recognize the worth of your value, seems to be taken out of an old, out-of-date history book.

Programa Levánta Mujer de la Fundación Khanimambo

Women of Levanta-te Mulher Program

But in the meetings I have been taking part of, I also met the classic term ‘empowerment’ with all its great meaning. Women that have the power of change in their hands, but, what is more, they are learning to be aware of it and dealing with it. It is a slow process, even more when they have to face a society which is stuck in an institutionalized chauvinism in EVERYTHING surrounding it. Women who bear the burden of their families, and literally, since they bear it on their backs when they carry and lull to sleep their babies, and carry water and wood on their heads for the supply of their homes.

Thus, working with these women through these meetings is really important as they are the head of their families and are in charge of their children´s education too. Those children already belong to a different generation and are growing up today. They have the chance to grow up in a society where equality is gradually drawn and turned into a reality in which women are aware of the fact that their human nature gives them the same opportunities their male partners have.

It seems to be a quite long-term job. However, every single change of behavior at home, every conversation whose goal is to reach that agreement with men, is a step forward. The awareness of sharing a life together means apart from sharing shelter and expenses, sharing the upbringing of children, living in a respectful atmosphere, with equality, indiscrimination, and, above all, peace, as they mentioned in their last meeting. I hope this ‘peace’, which we call freedom, is the standard soon and they remember this submission and discrimination as something belonging to a past which won´t be back.[:ca]Entrada escrita i il·lustrada per Mariola Valls

Un tema que em toca de manera personal per la meva condició de dona, és tot lo relacionat amb elles aquí. En les reunions de Levánta-te Mulher que es fan cada dues setmanes em converteixo en observadora i m’apropo a la realitat que elles viuen. En aquestes reunions, les dones tenen el seu espai per debatre i parlar en llibertat, posant especial interès en la igualtat i el respecte entre sexes.

El tema cultural i social fa que la desigualtat de gènere estigui molt enraigada (i ben enraigada) i provoca l’immobilisme pel desenvolupament de les dones i del seu futur. Poc a poc van veient que hi ha altre maneres de viure. La seva autonomia (lluny d’un home possessiu) passa a tenir una importància que va en augment, i la seva formació i el desenvolupament de les seves capacitats entra dins de les seves prioritats per aspirar a tenir un millor present.

Una de les principals causes que allunyen a les dones per exemple de les aules, és l’accés a l’educació, inviable econòmicament per a moltes famílies. Una altra causa seria l’embaraç prematur de moltes noies adolescents, que directament surten del sistema educatiu com nenes, per poder matenir els seus fills recent nascuts, convertides a la força en dones adultes, en mares. Una de les propostes de la fundació és donar prioritat a l’entrada de nenes com filloles per poder garantir que el futur aquí sigui diferent, i poc a poc canviar les estructures socials. En cinc o sis anys hi haurà moltes nenes que ja hauran tingut accés als estudis i fins i tot poden arribar a nivells universitaris si s’ho proposen.

Però, com intervenir en una realitat tan distinta? Se’m plantegen infinites incògnites sobre les diferències culturals, de valors i educatives, ja que fer front a certs principis, idees i comportaments em fa molt de respecte. Això em passa amb les dones de Khanimambo. Sobretot quan son elles les que s’han d’apropiar de les seves decisions, d’aquest canvi que tant necessiten i anhelen. Sempre penso que el meu pas per aquí ha de ser el més silenciós possible. Soc molt conscient de l’impacte que exerceix sobre les vides de les persones amb les que estic convivint la presència d’aquesta dona blanca, rara, una mica callada, tot i que excèntrica amb un munt de piercings.

Llavors, quan començo a reflexionar sobre la situació de les dones aquí penso en la meva pròpia naturalesa de dona. Alliberada en quasi bé tots els sentits, i dic «quasi» perquè seguim tenint algunes traves per l’educació i la societat de tints patriarcals en la que vivim. Com la independència de la qual em considero en possessió per prendre aquelles decisions que em toquen. Formada i sobretot educada en la llibertat de poder decidir quin estil de vida portar. Gràcies, sobretot a una mare treballadora i lluitadora que em va ensenyar amb l’exemple el que suposa ser un ésser humà lliure, més enllà de ser dona. Amb la sort de comptar amb unes amigues que responen al prototip de dones abanderades d’autonomia i independència. Tenir amics que envoltats de tants ovaris poderosos, mai ha existit diferències entre uns i unes. I sobretot comptar amb un company que així mateix comparteix la meva vida, les meves decisions i em respecta quasi més del que jo mateixa em respecto. És difícil així explicar algo amb el que tu has crescut, ho has «mamat» des de petit i no entens una realitat diferent a aquesta.

És per això que fer front a aquesta tan distinta, en la que la violència de gènere està tan enraigada dins de la vida de les dones em costa. La falta de respecte, la invisibilitat de la dona en l’esfera més quotidiana, el seu dia a dia, és cosa que m’impacta en gran mesura. Haver de treballar de sol a sol per mantenir la teva família i, a més a més, haver de respondre davant un marit que no et respecta de cap manera, sembla tret d’un llibre d’història antic i desactualitzat.

Programa Levánta Mujer de la Fundación Khanimambo

Dones del programa "Levánta-te mulher"

Però en les reunions que he participat, també he assistit al clàssic concepte d’apoderament en tota la magnitud del significat de la paraula. Dones que tenen el poder del canvi en les seves mans, però, i encara més important, estan aprenent a ser conscients d’aquest fet i ho duen a terme. El procés és lent i més quan t’enfrontes a una societat estancada en un masclisme institucionalitzat en TOT el que l’envolta. Dones que carreguen amb el pes de les seves families, i literalment perquè ho carreguen a les seves espatlles quan nenequen els seus fills (els transporten i els hi donen calor), i porten l’aigua i la llenya sobre els seu cap per proveir les seves llars.

És per aquest motiu que és tan important que es treballi amb les dones de la comunitat mitjançant aquestes reunions. Perquè també son elles les que, com a cap de família, s’encarreguen de l’educació dels seus fills. Aquells fills que ja pertanyen a una generació diferent i que avui encara creixen. Ells tenen la oportunitat de créixer en una societat en la que la igualtat es dibuixi mica en mica i es converteixi en una realitat. Una en la qual les dones siguin conscients de que la seva naturalesa humana els hi ofereix les mateixes oportunitats que als seus companys.

Sembla una feinada a molt llarg plaç. Però cada canvi de comportament a casa, cada conversa per assolir aquesta entesa amb els homes, és un pas endavant. La consciència de compartir la vida conjuntament implica a més a més de compartir sostre i compartir despeses, compartir l’educació dels fills, viure en un ambient de respecte, igualtat, sense discriminació de cap tipus i sobretot viure «en pau», com elles mateixes van fer referència en la última d’aquestes reunions. Espero que aquesta pau, que nosaltres anomenem llibertat, sigui ben aviat la norma i recordin aquesta submissió i aquesta discriminació com una cosa d’un passat que no tornarà a repetir-se.[:]