Un reto todavía para la mayoría de los niños y niñas en Mozambique

Para entender la amplitud de los cambios que Mozambique ha atravesado en el área de la educación, retrocedamos un poquito en el tiempo: cuando la guerra civil llega a su fin, en 1992. Entonces, más del 50% de las escuelas primarias estaban cerradas o destrozadas[1]. El nivel de analfabetismo era altísimo. Dicho de otro modo, el país tenía un gran reto por delante: el de crear las bases de un país estable, y democrático, empezando por establecer un sistema educativo capaz de ofrecer un futuro esperanzador a las nuevas generaciones mozambiqueñas.

En aquel mismo año, el Ministerio de Educación y Cultura aprobaba una nueva Ley que pretendía erradicar el analfabetismo y garantizar la enseñanza básica, introduciendo de forma paulatina la escolaridad obligatoria[2]. Han pasado dos décadas. Y cabe  preguntarnos, ¿Cuál es la situación actual del país?

No cabe duda que el panorama escolar tan desolador que caracterizó los años 90 ya pertenece al pasado. Según las estadísticas publicadas por UNICEF[3], el porcentaje de niños matriculados en la escuela primaria superaba el 90% entre 2005 y 2010. No obstante, como es el caso de muchos países del África subsahariana, este dato oculta situaciones escolares más complejas.

Para entenderlo bien, hagamos una pequeña comparación con España o cualquier otro país de la OCDE. Podemos avanzar que, de forma general, un niño que entra en la escuela primaria, conseguirá acabarla sin muchas dificultades. Pues en Mozambique, la situación es radicalmente opuesta: solo una minoría de niños y niñas matriculados llega a terminar con éxito la escuela primaria. Y de estos, solo un 20% logra entrar en la educación secundaria[4].

El elevado índice de matriculación en la escuela primaria de Mozambique no significa que todos los alumnos y alumnas estén asistiendo a las clases de forma asidua durante todo el ciclo educativo, ni que estén consiguiendo pasar de clase. Entre 2005 y 2010, la misma fuente de estadísticas indica que el índice de asistencia en todo el país es de un 82% para los niños y de dos puntos menos[5] para las niñas. A esta diferencia no menor entre ser matriculad@ y acudir a las clases, hemos de considerar otro fenómeno: el alto riesgo de abandono escolar.

Volvamos a España, un país donde los alumnos de primaria que repiten un año, incluso dos, normalmente suelen pasar a secundaria. En Mozambique la tendencia es otra vez muy distinta. Según el último informe de la UNESCO que describe la situación de los países en términos de repetición y deserción escolar[6], el 10% de los alumnos mozambiqueños habría repetido algún grado al principio de la escuela primaria. Y a medida que subimos de grado, el porcentaje sería más alto, alcanzando un 15%.

De este estudio, aprendemos que la situación en la región del África Subsahariana es alarmante. De cada 10 niños que entran en la escuela, 4 la abandonan. Respecto al caso de Mozambique, ¡la tasa de deserción de la escuela primaria es aún más alta! Según el PNUD[7], un 64% de los niños matriculados en la escuela primaria abandonan antes de alcanzar el último grado de ese nivel.

El informe concluye – tal y como lo ilustra la siguiente infografía[8] – que ha llegado la hora de “abordar el problema que representa el alto número de niños y niñas que repiten grados y dejan la escuela antes de concluir la educación primaria o el primer ciclo de secundaria”.

infografia-primaria

Desde Khanimambo, nos sumamos a esta llamada. Hemos de hacer todo lo posible para recuperar los niños expuestos a un alto riesgo de abandono escolar mientras podamos. La puesta en marcha de proyectos innovadores como la Escolinha en Praia de Xai-Xai, una iniciativa de refuerzo escolar para todos los niños y especialmente para los que presentan dificultades, ha dado resultados muy positivos. El 73% de alumnos han pasado de clase.

De esta forma, poco a poco, queremos conseguir que el primer ciclo educativo deje de operar como un filtro selectivo tan difícil de superar que afecta, según la UNESCO, a 32 millones de alumnos y alumnos matriculados en la escuela primaria.

Para acabar con algo refrescante y lleno de positivismo, os invito a ver esta  presentación de Sugata Mitra, un investigador experto en educación, que nos demuestra y recuerda que todos los niños son futuros genios al que hemos de ofrecer la oportunidad de aprender para que puedan descubrir su vocación, y si queremos darles esta gran oportunidad de mejorar nuestro mundo.

[1] Brück, Tilman. 1997. Macroeconomic effects of the war in Mozambique. QEH Working Paper Series. Queen Elizabeth House: University of Oxford International Development Centre, December.

[2] Estudio sobre educación. Mozambique. 2010. IEPALA Editorial.  http://nuevaweb.iepala.es/IMG/pdf/monografia_mozambiqueWEB.pdf