Conocedora de las necesidades y desigualdades del África subsahariana, la Fundación Humanitaria Anna Gamazo Hohenlohe (AGH), con financiación de la Sociedad General Inmobiliaria Española, apuesta por la Fundación Khanimambo.
Una apuesta en firme, guiada por la convicción de que podemos construir un mundo distinto y avalada por años de firme responsabilidad para y con muchos de los países más empobrecidos de África.
Este año el proyecto La Casa de Khanimambo, centro de nuestras actividades, la casa y refugio de niños y niñas con sus familias, será financiado y sostenido por la Fundación AGH, con más de diez años de recorrido en pro del desarrollo global.
El epicentro de la actividad de la Fundación AGH está en Tanzania, en el valle de Mang´ola Chini. En este recóndito paraje tanzano han levantado un internado con capacidad para 650 niñas de comunidades vecinas.
También han construido una iglesia, una mezquita y un hospital de referencia en la zona con capacidad para 110 camas donde atienden a más de 14.000 personas al año. En este hospital operan, además de médicos tanzanos, médicos voluntarios españoles y disponen de todos los adelantos quirúrgicos.
Y además han puesto en marcha una carpintería para que aquellos que no terminan sus estudios puedan tener un oficio. Así como un proyecto medioambiental en todo el valle que provee, entre otras cosas, de agua a las poblaciones aledañas.
La Fundación AGH no se detiene en las fronteras tanzanas y apoya diferentes proyectos sanitarios, educativos y de sostenibilidad medioambiental en Tailandia, Kenia, Uganda, Sudán, Zimbawue y Ecuador, dirigidos por organizaciones locales.
Como dice Anna, tomando prestada una expresión tanzana: “Pole, pole (despacio, despacio), lo iremos haciendo…” Ella también entiende que el desarrollo es una carrera de fondo, un proceso a largo plazo que hay que ir construyendo poco a poco. Un compromiso que exige dedicación.
Desde Xai-Xai, en nombre de todas las personas de la Fundación Khanimambo decimos: ¡muchísimas gracias!