Queridos amigos/as de Khanimambo.
Os escribo con el deseo de compartir nuestra situación financiera, convencida que la transparencia es un aliado en nuestra organización y que juntos trabajamos por conseguir ayudar todo lo que deseamos.
Sabéis que siempre nos gusta transmitir una imagen positiva y optimista de quienes somos, de lo que hacemos. Ese es nuestro espíritu desde los inicios y así seguirá siendo. No obstante, la situación que estamos atravesando está siendo difícil y no quería dejar de compartirlo con todos vosotros.
Nada en Khanimambo es fruto de la casualidad. Desde el año 2011, nuestra estrategia de crecimiento ha mirado siempre hacia la misma dirección: tener un centro de ayuda integral en Xai-Xai y una estabilidad en la gestión que nos ayude a mantener las ayudas comprometidas. Este año por fin cumplimos el sueño de mudarnos al Centro Munti.
Muchos ya sabéis que llevamos años frenando la entrada de más niños por falta de espacio. A finales del año pasado lanzamos una campaña de apadrinamientos para poder atender a más niños que necesitan urgentemente ayuda. Son niños que no tienen nada, y quieren y necesitan cambiar su vida.
Fuimos optimistas, porque la esperanza nunca falta en Khanimambo, y a principios de 2015 decidimos ayudar, además de nuestros 200 ahijados, a 169 niños que en un futuro también serán ahijados de Khanimambo.
Niños que desde febrero han empezado el curso escolar con el apoyo de los profesores de Khanimambo, la ayuda personalizada y la atención de nuestra psicóloga que cada día trabaja su autoestima. Además, los ahijados de Khanimambo comparten su comida con ellos, son niños que no tienen un padrino que nos ayude financieramente a la compra de los alimentos que comen. Lo mismo ocurre a nivel escolar y sanitario.
Cómo cuesta ayudar…
Cuando vine a Mozambique a empezar Khanimambo supe que sería muy difícil elegir a quien ayudar. Muchos necesitan ayuda, pero después de 8 años viviendo con ellos sé que no todos se esfuerzan de la misma manera. Para estar en Khanimambo hay que ser una persona con muchas ganas de esforzarse. El nivel de exigencia es alto y ante esa actitud, mi compromiso y el de todo el equipo es de darlo todo porque ese niño o niña consiga la ayuda que necesita para cambiar su vida.
En este momento nos encontramos que la entrada de padrinos no está siendo tan rápida como lo esperado, y los gastos son bastante superiores a los ingresos. Por esa razón hemos tomado algunas medidas temporales para bajar gastos hasta que consigamos un aumento en la entrada de ayudas.
Lo último que queremos es dejar fuera a niños que nos necesitan mucho. Las agujas del reloj van en nuestra contra y por eso damos prioridad a ciertos gastos para intentar aguantar este bache sin tener que decirle a algún niño que ya no podemos seguir ayudándole. Eso sería, además de cruel y completamente injusto, inadmisible en virtud de nuestros valores.
Aunque no tengan padrinos, los tendrán, y la desnutrición no espera, se debe tratar ya. El curso escolar no se puede perder y las heridas deben tratarse. Muchos de ellos son niños que en casa no tienen comida, pero sus hermanos están en Khanimambo con padrino. Como comprenderéis, teniendo espacio para acogerles ahora, no podemos dejar que dos hermanos no compartan un plato de arroz.
Las decisiones en los últimos meses no están siendo fáciles. Nos duele tener que priorizar cuando en Khanimambo no hay exceso de nada, salvo de ilusión. Pero firmeza tampoco falta y sabemos que estos recortes nos ayudarán en el futuro a ser una ONG muy reforzada y más sostenible.
Los niños ahora andan 4 km para llegar al centro porque una de las medidas que hemos tomado ha sido eliminar el transporte escolar. También hemos cerrado la oficina de Madrid temporalmente, para reducir al máximo los gastos.
Algunos trabajadores de Mozambique y de Madrid han entendido que su baja de empleo voluntaria temporal está ayudando a mantener la ayuda esencial para los niños de Khanimambo, tanto para los que tienen padrino como los que lo tendrán muy pronto.
Cuesta mucho ayudar, porque desgraciadamente no existe la varita mágica. Si existiera quizás tampoco sería necesario que estuviéramos aquí. Cuando se construye un proyecto desde cero, la dificultad de dar pasos para atrás duele mucho más de lo que se puede explicar, pero seguimos con esperanza. Miramos hacia adelante para deciros que Khanimambo conseguirá sobrepasar esta situación porque os tenemos a nuestro lado. Os sentimos. Y todos juntos ya hemos conseguido mucho. Hemos llegado hasta aquí.
Desde Mozambique os mando mi abrazo y os doy las gracias por todo lo que ayudáis. Y el abrazo os lo mando junto a 380 niños y niñas que os quieren mucho.
Alexia Vieira Fundadora y Presidenta