José Colao, junto a toda su familia, ha sido voluntario en Khanimambo, han estado dos veces colaborando en el Centro Munti. Actualmente es padrino y forma parte del patronato de la Fundación Khanimambo.
Olvidándonos de los tópicos, ¿para qué nos puede servir todo esto?
Nos están removiendo lo cimientos de toda sociedad del bienestar, un virus hace tambalear todo nuestro modo de vida.
Estamos ante una enfermedad terriblemente contagiosa pero que tiene un porcentual de mortalidad relativamente bajo -no por ello menos dramático- en comparación con otras enfermedades como son la tuberculosis o el SIDA, seguimos con todos los suministros y los bienes de primera necesidad garantizados en mayor o menor medida, un sistema sanitario al que no podemos exigir más y, únicamente, tenemos limitada la libertad de movimientos y vemos peligrar nuestro empleo a corto-medio plazo.
Ahora imaginemos nuestro Xai-Xai de los años de la Guerra Civil, o el Mozambique de una tasa de prevalencia SIDA muy elevada, de brotes de malaria continuos, de escasez de alimentos y agua potable… Eso sigue ocurriendo hoy mismo. Y lo peor, ningún sistema sanitario al que acudir con plenas garantías…
La Fundación Khanimambo, con buenísimo criterio, nunca ha querido utilizar esas imágenes dramáticas o de sensacionalismo gratuito que solo los que hemos estado en algún lugar como Mozambique, sabemos que en realidad siguen existiendo. Quizás menos dramáticas, eso sí, gracias a la frágil estabilidad política, a las mejoras sociales que van llegando poco a poco y, sobre todo, al trabajo que organizaciones cómo la Fundación Khanimambo han desarrollado en los últimos años.
Seguro que muchos de vosotros estaréis preocupados por el impacto que esta situación actual puede tener en nuestras economías familiares, seguro que a todos nos afectará, pero desde aquí os pido que, en la medida de lo posible, mantengamos nuestros apadrinamientos, esos pequeños importes garantizan alimentación, sanidad y educación a nuestros ahijados. Casi nada.
Ahora que vemos “peligrar” algunos de nuestros privilegios, valoremos más a aquellos que tienen todavía sus necesidades básicas sin cubrir.
José Colao