Entrevista a Víctor Fortunado, director creativo de la agencia de publicidad Evil Love.
Hace un año nacía en la Plaza Ramon Berenguer, el Gran, de Barcelona la idea creativa de la campaña Déjate Ayudar, fue un momento mágico, de los muchos que nos da Khanimambo pero especial porque por fin alguien reconocía lo más importante de nuestra fundación: el valor que le dan los niños. Era Víctor Fortunado el que hablaba en nombre de todo el equipo de la agencia de publicidad Evil Love y recuerdo perfectamente la respuesta que le dimos cuando nos presentó la campaña: “es brillante”.
Ha pasado un año, donde el esfuerzo de todo un grupo de personas generosas ha dado vida a la idea de que los niños de Khanimambo nos ayuden a todos a sonreír más. ¿Cómo? Con sus donativos de felicidad! Un proceso largo pero muy divertido y emotivo. Evil Love nos ha dado mucho con esta campaña, no sólo por haberla hecho gratis, sino porque han involucrado a profesionales importantes, y todo ello ha conseguido dar una nueva dimensión a Khanimambo.
El 24 de octubre de 2011, los niños empezaron a mandar toneladas de felicidad a España. Desde entonces no han descansado en el intento y compromiso de hacer sonreír a más personas. Ahora el centro donde fabrican estos donativos se les ha quedado pequeño, y por eso necesitan construir uno más grande. Y este precisamente es el mensaje del vídeo que esta noche estrenaremos en exclusiva en la Calle Amigó de Barcelona.
Aprovechamos este momento para charlar un poco más con Víctor, conocer mejor a una persona que desde el primer momento se sintió parte de Khanimambo, y que ha estado en Xai-Xai con los niños representando a todo el equipo y que les ha dado el empujón que necesitaban para ser aún más protagonistas.
El mundo de la publicidad está muy lejos de Praia de Xai-Xai
Sí, y ese era nuestro desafío. Todo estaba por construir, y nos sentimos parte de una misión útil. Khanimambo siempre fue un pragmatismo diferente, estábamos hablando de necesidades humanas, la satisfacción no era a hacer una buena campaña, sino ayudar a más personas.
Esto está por encima del mundo de la publicidad: no vendemos nada, enseñamos la realidad y te proponemos formar parte de ella.
¿Y cómo se empieza? ¿Cómo nace la idea de dejarse ayudar?
África era lejana y desconocida pero la conexión con Khanimambo y nuestro interés por conseguir el reto de hacer algo con sentido, fueron grandes.
Nos metimos todos de lleno. Nadie se puede atribuir esta campaña porque ha sido un trabajo en equipo, una idea que necesita de mucho talento. Todos hemos contribuido a dar a los niños la campaña que se merecen.
Déjate Ayudar parte de un inside: todos necesitamos ayuda. Y Khanimambo le da sentido a esta idea. Porque los niños se lo creen. 40€ al mes, es una oportunidad. La oportunidad de que te ayuden
Dejarse ayudar…
Esta es una idea que sólo encaja en Khanimambo, porque la Fundación se basa en un planteamiento de esencia. Los niños son los protagonistas, y es así.
Es un sueño, porque Khanimambo es el sueño de todos los niños. Y aquí dentro hay una vocación grande por hacer un mundo mejor. No salvar, sino construir.
¿Cómo es eso de escribir una idea en un despacho, y darle vida con los niños hablando en shangana, en el jardín de Khanimambo,?
La realidad de Xai-Xai era otra cosa, y por eso no es una campaña clásica. Fue una locura, llevábamos meses trabajando e involucrando a grandísimos profesionales sin gastar dinero. Tenía que salir bien, tuvimos mucho en contra, pero todos nos volcamos.
Lo más importante es que los niños entendieron la idea, y la hicieron suya, Sabían que esto iba a beneficiarles a ellos y a Khanimambo, y lo dieron todo en el rodaje.
No había un guión cerrado, sí un planteamiento pero necesitábamos de la improvisación.
Fue una experiencia única y el éxito de esta campaña ha sido el proceso.
¿Y esto no ocurre siempre en publicidad?
He trabajado en 6 agencias de todos los perfiles, ahora estoy en una más pequeña que me permite estar más en contacto con los clientes, entender mejor sus necesidades, y me divierto muchísimo más.
En el caso de Khanimambo, me olvidé que estaba trabajando, y disfruté conociendo algo totalmente nuevo para mí.
¿Qué ha significado para ti, formar parte de la creación de esta idea?
La mejor satisfacción a nivel profesional, difícil de superarlo. Fue intenso. Todavía me reconecto con Xai-Xai, y lo recuerdo a menudo. Me ha marcado mucho.
¿Qué has descubierto, al dejarte ayudar?
Si la gente conociera Khanimambo más, cómo se plantean los retos… estaría por encima de muchas otras oenegés.
Khanimambo es sentido común, y eso hace que te sientas parte del proyecto con una enorme satisfacción.
Es una lástima que le gente se vaya a las grandes, sólo por el nombre. Khanimambo está, se conoce todo. Palpas la realidad y las soluciones. Desde el sofá, te dan la oportunidad de ver la realidad de manera inmediata, esa es la gracia.
¿Cuál sería para ti, el mejor donativo de felicidad?
Volver a Khanimambo, y ver construida la nueva Escolinha.