Entrevista a Hortensia Flora Zavala

Sólo una persona muy positiva puede decir algo así al hacer un pequeño recorrido por su vida. Una persona que se lo cree, que siente su suerte como su tesoro, que no necesita que nadie le diga nada porque ella sabe que ninguno de los problemas que ha tenido ha sido suficientemente definitivo como para no sentirse afortunada con la vida que le ha tocado. Es Hortensia, nuestra queridísima Tía Hortensia, la persona más fiel que he conocido en Mozambique y la que más se acerca a la palabra IMPRESCINDIBLE en Khanimambo.

Hortensia es de 1975, no calcula su edad porque no sabe hacerlo. El año pasado empezó a aprender a escribir gracias al Proyecto Fundise. Le explico con cuidado el funcionamiento de nuestro blog y el porqué de esta entrevista, y me contesta con una sonrisa “yo sé tía Alexia, lo entiendo perfectamente”, esa es su grandeza, el espíritu de no cansarse de aprender, de darlo todo.

Blog - Fundación KhanimamboEres la pequeña de 5 hermanos y la única superviviente, ¿cómo es tu madre?

Se llama Adelaida y le encantan los niños. Yo fui su única niña, y todos mis hermanos están muertos. La guerra fue muy dura. Mi madre me ha enseñado algo muy importante: ayudar a los demás. Ella ayuda a muchísimas personas de la zona, les enseña los remedios naturales que tenemos en nuestra tierra, y es una persona muy querida por todos. Para mi es un gran ejemplo.

¿Siempre has tenido una personalidad fuerte?

Sí, no tengo miedo de decir las cosas que pienso. A mí marido le dije que hasta que se casase conmigo que no me iría con él, organizó la fiesta y empezamos a vivir juntos. La clave siempre ha sido no tener miedo, aunque la vida me ha puesto en momentos difíciles, pero hay que confiar que vas a conseguir superarlo todo.

Positiva a pesar de los momentos realmente duros, como fue la trágica muerte de tu marido.

Julio era el padre de mis 5 hijos, vivíamos en una aldea y sobrevivíamos de las esteras que él hacía y después vendía en Maputo. Hizo 79 esteras, y el camión en el que viajaba accidentó. Llamaron al pueblo, en aquella altura no teníamos móviles y nos avisaron que habían muerto 2 de los 5 vecinos que viajaban en el camión. No sabíamos quién había muerto así que fuimos todos al Hospital Provincial de Xai-Xai, y allí fue donde me dijeron que mi marido había muerto. Mi hijo pequeño tenía 3 años. Abracé mucho a mis hijos para que superasen la muerte de su padre, fue muy triste.

Blog - Fundación KhanimamboHortensia me deja sin palabras porque me cuenta esto con una sonrisa, una sonrisa difícil de explicar… una sonrisa tranquila, de quien sabe que eso a pesar de ser muy duro, lo consiguió superar.

Estuvimos 5 meses sin una sola gota de lluvia y no comíamos. No teníamos dinero y mis hijos tuvieron que parar de estudiar. Ante una situación así, tuve que irme a buscar trabajo. Dejé a mis hijos con mi madre, y le dije que enseguida que encontrase un trabajo, le mandaría un mensaje.

Y de repente, sin saberlo, tú y yo llegamos a Xai-Xai el mismo día, el 4 de septiembre de 2007.

Empezamos aquí juntas, hasta ahora. Llegué destrozada y me dijiste que me ibas a ayudar, ¿te imaginas lo que es eso? No puedo ni explicar la suerte que he tenido. Khanimambo me ha dado todo a mí, y a mis hijos. Además fui la primera en defender Khanimambo ante la comunidad, me acuerdo que al principio las personas decían que ibas a robarles sus hijos, yo siempre he confiado en Khanimambo, entiendo muy bien lo que es este proyecto.

Y fuiste la primera madre de Khanimambo.

Sí, el primer día me preguntaste si tenía hijos, cuando te dije que tenía 5 pusiste una cara de susto. ¿5? Sí, tenía 5 hijos y te conté que había tenido que dejarlos con la abuela. Entonces me dijiste que no, que mis hijos debían estar conmigo y fuimos a buscarlos en un coche. Creo que ese día fue uno de los más felices de mi vida. Mis hijos saltaban de alegría y mi madre lloraba. Me dijo que confiara mucho en ti y que iba a mandarnos siempre mucha fuerza. Con mi primer sueldo compré arroz y mis hijos comieron hasta que les dolió la tripa.

Tu vida cambió…

Nunca más ha habido falta de comida en casa, Khanimambo me ha construido una casa y ahora estoy ahorrando para poner luz, hace un año compré una vajilla de 48 platos, para poder repartir entre todos los hijos cuando se independicen y una cama.

Con 5 hijos, ¿cómo tienes tanta energía con los demás niños de Khanimambo?

Tengo fuerza para todos ellos, nos necesitan. Mis hijos me piden que ayude a algún niño cuando le ven sufrir y todos me dicen que están contentos con mi trabajo. No quiero estar enferma porque tengo mucho que hacer. Quiero ver Khanimambo muy grande.

Sus hijos fueron los primeros en entrar en Khanimambo y hoy uno de ellos, Nilton representa a todos en nuestro logo. Este es el cuento de cómo Nilton y todos los niños de Khanimambo son los protagonistas de un maravilloso cuento, el de sus vidas con Khanimambo cerca.