¿En quién puedo confiar cuando estoy sufriendo?

¿Dónde puedo encontrar confort cuando se agoten mis soluciones y siga sin estar bien?

¿Quién mirará por mí cuando esté frente a una situación de abuso que ni yo misma me doy cuenta de cuánto estoy perdiendo?

¿Cómo sé que todo lo que me da miedo pasará?

Hay situaciones por las que pasamos que muchas veces requieren de una fuerza exterior, que activa la nuestra interior. Se trata de una fuerza exterior que nos ayuda a devolver dignidad a nuestra vida cuando la hemos perdido. Maltrato doméstico, un despido improcedente, el abandono de las responsabilidades paternas cuando éste ya no vive en casa… son situaciones comunes en tantas sociedades.

Hoy en la ventana queremos contarte cómo se vive en los alrededores del Centro Munti este sentimiento de incertidumbre, sufrimiento y desgana.

¿Quién ayuda cuando estamos mal?

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En quién confiar - La Ventana #8En quién confiar - La Ventana #8

Existen, además de los servicios sociales oficiales, una verdadera ayuda. Accesible, eficaz y que no agota recursos ante un vecino que sufre.

La hermandad vecinal se forma de manera natural para vivir juntos, y ayudarnos en lo que haga falta. Son mis vecinos los que me van a rescatar si la situación se me ha ido de las manos. Si me despierto con desgana, algo les extrañará, se darán cuenta y se les encenderá la alarma. Lo mismo que si de dentro de mi casa salen gritos, o si no tengo nada para cocinar un día sí y otro también. Me ayudan a educar a mis hijos, entran en mi casa como si fuera la suya porque en vecidand, lo es. Cuando estoy enferma saben qué medicamentos me toca tomar, y conocen mi historial médico como si fuese el suyo.

En realidad, va mucho más allá de una comunidad de vecinos. Compartimos la vida, en la misma calle, y eso nos acerca en confianza a un nivel que no habrá ninguna institución, ni siquiera Khanimambo que está en el mismo barrio, que tenga el poder de identificar mi dolor tan bien como mis hermanas vecinas y mis hermanos vecinos. Pura supervivencia.

¿Y entonces cómo se activa esta ayuda?

La guardia es de 24h, 7 días a la semana y antes de intervenir, habrá una reunión necesaria para saber y discutir los pormenores de la gravedad de mi situación. Después y sólo tras una conversación larga y seria llegamos a un pacto donde mis vecinos, como testigos, harán de espejo en mi declaración de intenciones.

– Tengo que dejar a mi marido que me pega.

– Tengo que denunciar al padre que abandonó a mis hijos y no me ayuda con su educación.

– Tengo que emprender un negocio de ventas, para salir del hoyo de las deudas.

La solución que sea, tras horas de conversación, se sella delante de estos vecinos testigos como un plan de acción sin vuelta atrás. Y en la medida de lo posible, intentarán conmigo de que salga bien.