A finales de septiembre en Mozambique se relajaron un poco las medidas de seguridad para la prevención de la Covid-19. Seguimos con las fronteras cerradas al turismo y al voluntariado, las escuelas siguen cerradas (ya han dado este curso por perdido) y se mantiene la obligación de usar mascarillas y lavar las manos en la puerta de tiendas, locales, instituciones, etc. Se mantiene la prohibición de consumo de alcohol en lugares públicos y no se pueden realizar espectáculos.

Pero en contrapartida han abierto las playas con algunas restricciones y permiten que en un mismo espacio pueda haber 150 personas si se respetan las distancias de seguridad y todas las normas sanitarias. Eso significa la apertura de puertas de ciertos organismos del estado, de los locales de culto y, atención… de los centros de acogimiento abierto! Que es lo que es el Centro Munti.

Así que hemos podido reemprender la actividad con relativa normalidad y ya estamos reforzando materia a todo gas con el alumnado, podemos practicar los talentos y el Programa de Educación empieza a brillar de nuevo. Recordamos que la entrega de comida y la actividad del centro de salud no se ha parado en todo este tiempo, usábamos un sistema de take away a pesar de las muchas restricciones y el elevado coste de los productos que hemos tenido que afrontar durante el confinamiento.

Ahora sí, el comedor ya funciona al 100% y simplemente lo que hacemos es realizar más turnos con menos personas para servir las comidas. Otra cosa que hemos tenido que implementar es un refuerzo integral de las medidas higiénicas y realizamos lavados de todas las clases y de las mesas del comedor entre los cambios de grupos. También tomamos la temperatura a la entrada y algunas de las actividades y talleres tienen como trasfondo temático todo lo que está pasando en este fatídico 2020. Porque pensamos que es importante que aprendamos y que seamos muy conscientes de ello tanto a nivel individual, como comunitario.

Así que en fin, estamos muy contentos de alcanzar esta nueva normalidad, un poco rara todavía y con precaución, pero que tanto, tanto, tanto necesitaban los niños y niñas de Khanimambo. Esperamos que las cosas no empeoren y que esta sea duradera.

Gracias por seguir a nuestro lado todo este tiempo!!