Este es el Año Xipfundo

¿Porqué? Por que este año son ya 11 jóvenes los que, tras su paso por Khanimambo, empiezan sus estudios de grado medio, superior universitario o F.P’s en distintos centros de Mozambique, gracias a las becas del Proyecto Xipfundo que facilitamos en Khanimambo para los alumnos y alumnas que desean seguir estudiando cuando terminan la educación secundaria.

Estos 11 jóvenes se suman a otros 5 que empezaron en años anteriores y que continúan su formación y a 5 trabajadores de Khanimambo que también se están formando gracias a las Becas Fundise. También están los que ya han terminado y se encuentran insertados o en vías de insertarse en el mercado laboral. Ellos son Gil, Destina, Abilio, Ananías, Wilson, Julio Nelson, Alexandre…

Las becas del Proyecto Xipfundo ganan importancia en Khanimambo, eso es ya una realidad por la que venimos preparándonos hace tiempo. Nuestro trabajo no tendría ningún sentido si no pudiéramos dar salida a las ansias de aprendizaje que venimos fomentando a lo largo de tantos años en estos jóvenes. Así que el reto es seguir creando condiciones para que los futuros y futuras xipfundos puedan seguir formándose, puedan perseguir y alcanzar sus sueños.

Tía Ivone cargando unas escobas para la casa de estudiantes en Maputo.

Hoy han salido hacia Maputo Sandra, Germinda, Hilário y Jubilio que se unen a Atália, Odírcia y Aquino en una casa de estudiantes que hemos equipado para que tengan un lugar dónde sentirse como en casa y puedan concentrarse en lo que han ido a hacer, estudiar. Pasarán dos, tres o cuatro años lejos de Xai-Xai, otros quizás no vuelvan y consigan hacerse un hueco en la capital.

Para que se sientan como en casa, que mejor que les acompañe una de las mamás de la cocina, así que Tía Atalia sale del Centro Munti para cuidar de todos ellos en Maputo, para que no les falte un plato de comida y para que no pierdan demasiado tiempo y dinero en compras, mantenimiento del hogar, etc. Estudiar en Maputo no es sencillo porque los trayectos desde casa al centro de estudios son largos y la mayoría de todos ellos no están acostumbrados al ajetreo urbano de la gran ciudad.

Hoy les hemos despedido a «nossa maneira» (nuestra manera) entre muestras de asombro, de motivación, de alegría por que sus hermanos empiezan una nueva vida y de emoción porque a algunos amigos tardarán un buen tiempo en volver a verles.

La semana pasada os contábamos que Hélio y Paulo, también xipfundos, viajaban a Tete para estudiar, todavía más lejos y sin estas comodidades (aunque la beca les garantiza comida y alojamiento mientras duren los estudios).

La semana que viene os contaremos sobre los que también seguirán estudiando más cerca, en Xai-Xai.